Los cambios que se vienen en propiedad industrial: rebaja de costos e Inapi toma fuerza

Como un megaproyecto califican los abogados del estudio Sargent & Krahn, Juan Pablo Egaña -experto en patentes- y María Luisa Valdés -especialista en marcas-, la iniciativa ingresada al Congreso a comienzos de mayo y que sustituye a la normativa vigente sobre propiedad industrial, cuya última modificación data de 2005.

Entre los principales cambios destacan la creación de nuevas instituciones y derechos, como por ejemplo, la caducidad marcaria y las marcas tridimensionales. Además, plantea reformas en la tramitación de dibujos y diseños industriales, entre otros aspectos destacados. Acá una revisión a los aspectos más importantes del proyecto.

Menor costo para el registro

Como explica la abogada experta en propiedad industrial, María Luisa Valdés, el proyecto de ley que ingresó recientemente al Congreso permitirá, dentro de otras cosas, una reducción importante de costos para las empresas que quieren registrar su marca. Esto se explica porque "la nueva normativa reemplazará la publicación en el Diario Oficial por la publicación en la Gaceta de Propiedad Industrial, que es administrada por el Inapi y gratuita". En detalle, añade que "el registro de los signos distintivos está afecto a una tasa de 3 UTM por clase que se reduce a 1 UTM si la solicitud se presenta electrónicamente. Igualmente la tasa de renovación se reduce de 3 UTM y a 1,5 UTM si se presenta por medios electrónicos", asegura Valdés.

Otro punto a destacar del proyecto de ley por los abogados es el fortalecimiento que le otorga al Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi). Según Valdés, con la nueva normativa el instituto "toma un mayor control en relación con ciertas instituciones, como por ejemplo, la protección suplementaria en materia de patentes".
A su vez, Egaña explica que la ley actual ya contempla normas de protección suplementaria, normas que han funcionado bien para los titulares de patentes aunque, aparentemente, no tan bien para Inapi, ya que cada vez que se decreta una protección suplementaria, hay un reproche indirecto a su gestión como ente registrador. "Puede que fruto de esta situación las normas acerca de esta materia sean de las menos afortunadas del proyecto, ya que le otorga al mismo Inapi la calificación de si las demoras en su gestión registradora han sido o no injustificadas".

El genericidio es otro de los temas abordados por los expertos. A grandes rasgos, este concepto se refiere a cuando una marca representa a una gama de productos, como sucede, por ejemplo, con el papel higiénico y la marca Confort. En ese sentido, los abogados de Sargent & Krahn plantean que "el proyecto de ley no usa el concepto de genericidio. Permite solicitar la caducidad del registro de una marca si el titular ha provocado o tolerado que se transforme en la designación usual del producto o servicio para el cual está registrada".
Recalcan, eso sí, que "sin embargo, el proyecto aclara que no se entenderá que el titular ha tolerado esta transformación si ha usado las marcas con las indicaciones de que se trata de una marca registrada".

Una de las principales novedades del proyecto ingresado por el gobierno, es que incorpora el registro de las marcas tridimensionales y las marcas olfativas y que ampara signos y símbolos característicos de un producto en particular. Es decir, protege, por ejemplo, un envase particular que define a un producto.
"Uno de los objetivos del proyecto de ley es proteger nuevos tipos de signos distintivos entre los cuales se encuentran las marcas tridimensionales (forma de los productos) y las marcas olfativas (olores). Sin embargo, estos tipos deben ajustarse a la normativa vigente y no incurrir en las causales de irregistrabilidad que contempla la ley".
Esta defensa más específica a la invención también trae aparejado un estímulo a la industria del diseño, ya que al cautelar envases o recipientes, se genera indirectamente una necesidad de innovación de parte de las empresas.

De igual manera, Egaña destaca como positivo que el "mega proyecto" mantenga un cierto reconocimiento en lo que concierne a las patentes de invención. "En términos generales mantienen el mismo grado de reconocimiento que tienen en la actual legislación y, en este caso, frente a los vientos restrictivos que soplan en algunos países de la región, la mantención de dicho 'status quo' es positivo", asegura.
En esa línea, el experto en patentes explicó que "este derecho (la patente de invención) continúa siendo la herramienta más importante para fomentar la innovación en los campos científico e industrial al beneficiar a sus inventores con un período de protección que les permite explotarlas en forma exclusiva directa o indirectamente y, de ese modo, resarcirse de las inversiones realizadas para su concepción y puesta en práctica".

Como explican los expertos de Sargent & Krahn, las normas de secretos empresariales tienen por objeto impedir que los agentes del mercado se aprovechen ilegítimamente de los esfuerzos desplegados por sus competidores para generar soluciones que les permiten ser más eficaces. La protección descansa en el secreto de dichas soluciones, ya que se entiende que su valor como arma de competencia radica precisamente en su desconocimiento por los competidores. "La ley actual tiene una definición de secreto empresarial que parece circunscribirlo al ámbito industrial, lo que resulta incorrecto dado que las creaciones netamente comerciales, pueden ser igualmente relevantes para competir más eficazmente en el mercado. El proyecto corrige esto abriendo la opción de protección a toda clase de materias que puedan incidir en la marcha de una empresa", señalan.